Jhony Carrión y su hijo de 16 años enfrentan una dura lucha contra la leucemia linfoblástica, una de las formas más graves de esta enfermedad. El menor fu diagnosticado hace tres años. (Cortesía Jhony Carrión)
Jhony Carrión y su hijo de 16 años enfrentan una dura lucha contra la leucemia linfoblástica, una de las formas más graves de esta enfermedad. El menor fu diagnosticado hace tres años. (Cortesía Jhony Carrión)
Gladys Pereyra Colchado

Jhony Carrión lleva tres años con un solo pensamiento en su cabeza: ¿cómo salvar a su hijo? Cuando el niño tenía 13 años fue diagnosticado con leucemia linfoblástica, una de las formas más graves de esta enfermedad. Era mayo del año 2021 y ambos tuvieron que dejar su casa en Pucallpa, en la región Amazonas, para mudarse en Lima e iniciar un largo tratamiento que hasta hoy los mantiene en vilo.

Lee también: La experiencia de resiliencia de una paciente de cáncer narrada en un libro: el testimonio de Haideé de Lama

El menor fue internado en el hospital Edgardo Rebaglitati de Essalud, donde recibió un primer trasplante de médula que, lamentablemente, no logró que supere la enfermedad.

En agosto me confirmaron la recaída de mi hijo porque el trasplante no había funcionado. Me dijeron que acá ya no se podía hacer nada y el éxito de un segundo trasplante iba a ser mínimo, que espere lo peor”, cuenta a El Comercio.

Con la urgencia de encontrar alguna opción distinta, Carrión contactó al hospital San Juan de Dios de Barcelona, España, donde asegura que le han brindado esperanza. “Cuando envié la historia clínica a los médicos de Barcelona dijeron que los esquemas de Perú son obsoletos para este tipo de enfermedad. Un segundo trasplante de medula las opciones iban a ser menores”, dice.

Alerta médica

En octubre pasado intentó llevar a su hijo a España, sin embargo, cuenta que en migraciones le informaron que había una alerta médica sobre su hijo. Además, él no contaba con una visa especial para tratamiento médico. “Dijeron que de dos a tres niños peruanos están llegando por semana al hospital San Juan de Dios y me pidieron que solicite la visa médica, que no vaya como turista”, añade.

Por recomendación de los médicos de dicho país, agrega Carrión, no quiso que vuelva a recibir tratamiento en Perú; pero en noviembre el menor que hoy tiene 16 años sufrió una recaída y fue internado pese a la inicial reticencia del padre. El último martes, Carrión recibió una notificación de la Policía Nacional del Perú donde se informaba que se habían otorgado medidas de protección a favor de su hijo.

La medida de protección es por “actos de violencia física y psicológica” contra el menor y se le pide al padre abstenerse de “exponer en peligro de contagio y complicaciones de infecciones que pongan en peligro de parecer alojamiento sin tratamiento”.

Respuesta del hospital

El Comercio se comunicó con el hospital e indicaron que no emitirían un comunicado sobre el tema porque el caso “está en proceso de investigación” en el juzgado de familia competente. Las garantías fueron solicitadas por la primera negativa del padre a internarlo.

Actualmente, el niño está pasando por su cuarta quimioterapia y Jhony Carrión puede visitar y reunirse con su hijo sin inconvenientes, tal como fue confirmado por el padre a este Diario.

Contenido sugerido

Contenido GEC