En cada rincón del , construido en el siglo XX, se puede percibir la historia. En sus salas, sus pasillos. Pero también al interior de una robusta y pesada caja fuerte, ubicada en un corredor del segundo piso. Allí yace, celosamente custodiada a lo largo de los últimos tiempos, el acta de instalación de la .

MIRA: La historia detrás del Palacio de Justicia: un recorrido por su construcción y los obstáculos de su retraso

Escrita a mano, con tinta ferrogálica, el acta está contenida en un nutrido libro de sesiones, que empieza a correr precisamente con la instalación llevada a cabo en 1825, cuando el Estado a su vez empezaba a construirse. Los acuerdos de la sala plena de ese primer libro van incluso hasta 1846.

“En la heroica y esforzada Ciudad de los Libres, capital de la república peruana a 8 de febrero de 1825″, se lee al inicio, en clara contraposición a la anterior denominación colonial de “Ciudad de los Reyes”.

El 1 de marzo pasado, una comisión volvió a hallar el acta de instalación de 1825. Se espera su puesta en valor y que sea declarada patrimonio cultural de la nación. (Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
El 1 de marzo pasado, una comisión volvió a hallar el acta de instalación de 1825. Se espera su puesta en valor y que sea declarada patrimonio cultural de la nación. (Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
/ NUCLEO-FOTOGRAFIA > HUGO PEREZ

Tras proclamarse la Independencia, la Constitución de 1823 consagró la división de poderes y creó el Poder Judiciario. Se estableció –además de las cortes y tribunales– una Suprema Corte de Justicia “que residirá en la capital de la República”. Antes de ello, se había conformado la Cámara de Apelaciones de Trujillo y la Alta Cámara de Justicia de Lima.

Luego de la decisiva Batalla de Ayacucho, el 19 de diciembre de 1824, hace ya casi 200 años, el libertador Simón Bolívar declaró establecida la Suprema Corte, en concordancia con el artículo 98 de la Constitución, procediendo a instalarse la misma en febrero siguiente, tal como se registra.

Sobre el documento se tenían algunas limitadas referencias bibliográficas. Sin embargo, ahora se busca su puesta en valor siendo declarado como patrimonio cultural de la nación. (Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
Sobre el documento se tenían algunas limitadas referencias bibliográficas. Sin embargo, ahora se busca su puesta en valor siendo declarado como patrimonio cultural de la nación. (Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
/ NUCLEO-FOTOGRAFIA > HUGO PEREZ

—Magno evento—

El acto de febrero de 1825 fue solemne y marca un hito histórico. Según se lee en la misma acta, participaron las autoridades de Lima, pero también “un inmenso pueblo ávido de presenciar el interesante espectáculo”.

Se llevó a cabo en una sala de la antigua Casa de Pizarro, entonces Palacio Dictatorial. Se hizo presente el prócer José Faustino Sánchez Carrión, ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores. Y en la sala, según consta en el acta, estaba colgado un retrato de Bolívar, declarado con el título de dictador del Perú.

En aquella sesión, juró al cargo Manuel Lorenzo Vidaurre y Encalada, primer presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien ejerció como magistrado tanto en la colonia como en la nueva república. Volvería a ese asiento en 1831 y 1837, respectivamente.

Además…
Manuel Lorenzo Vidaurre

En 1841, El Comercio informaba sobre el fallecimiento de Manuel Lorenzo Vidaurre, el primer presidente de la Corte Suprema del Perú. “Lima su patria queda cubierta de luto con esta pérdida que es uno de los acontecimientos más deplorables que podía experimentar”.

Manuel Lorenzo Vidaurre

También asumieron aquel día, como vocales, Francisco Valdivieso, José Cavero y Salazar, Fernando López Aldana e Ignacio Palomeque. Así se inició una nueva etapa en la judicatura peruana. Tras declararse instalada la corte, uno a uno firmó el acta que aún yace en una pesada caja fuerte de origen inglés en el Palacio de Justicia, y cuya llave es custodiada con recelo.

“Es el encuentro de un documento que tiene importancia histórica, porque contiene la trascendencia, cómo nació la Corte Suprema”, afirmó Javier Arévalo, actual presidente del Poder Judicial. (Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
“Es el encuentro de un documento que tiene importancia histórica, porque contiene la trascendencia, cómo nació la Corte Suprema”, afirmó Javier Arévalo, actual presidente del Poder Judicial. (Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
/ NUCLEO-FOTOGRAFIA > HUGO PEREZ

Sobre este documento histórico se tenían algunas limitadas referencias, perdido en la memoria de antiguos trabajadores de la corte. En marzo pasado, la caja fuerte volvió a ser abierta y, tras varios años de haber estado guardada celosamente (no se tiene certeza de cuántos años, hay registros de una apertura hace dos décadas), el acta volvió a ser hallada, junto a otros documentos relevantes y medallas.

A raíz de su importancia –y en el bicentenario que este año celebra la Corte Suprema– se han iniciado las gestiones para que pueda ser reconocida y declarada patrimonio cultural de la nación. Su puesta en valor significará otra nueva etapa.