Museo Larco Café: así es la experiencia en el restaurante con mejor ambiente según los Premios Somos

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La magia que se siente desde que se ingresa por los portones de este recinto es indescriptible, en especial si se va por primera vez. Hay que caminar un poco hasta llegar al comedor, pero todo allí es maravilloso: las piezas históricas, el mobiliario, las plantas que cuelgan y las buganvillas de todos los colores. De ahí que en la última edición de los Premios Somos este haya sido el espacio favorito de miles de votantes, que lo escogieron como ganador en la categoría del mejor ambiente de la ciudad.

De día, el verde es protagonista. De noche, las luces que están repartidas por la amplia propiedad dotan a cada uno de los rincones de una mística particular. Es romántico, especial, inusual. El lugar idóneo para una celebración, un aniversario o una escapada cualquiera con el único objetivo de crear un momento especial. Este es un sitio grande: hay capacidad para unas 180 personas, pero repartidas en distintos ambientes y comedores, bastante espaciados entre sí. En el primer piso encontramos, además, un bar pisquero donde se configura una experiencia aparte.

Hay de todo en la carta —desde negronis hasta espresso martinis—, pero el pisco aquí tiene un lugar fundamental, y para eso basta con mirar la colección de botellas que hay en las paredes. En el segundo piso nos espera una sorpresa, y es quizá uno de los espacios más pedidos hoy por hoy: una suerte de ‘rooftop’ con una terraza en forma de L y sofás tipo ‘lounge’, que reúne a varios comensales especialmente durante la noche. El menú, eso sí, es el mismo para todo el restaurante.

La propuesta empezó a funcionar en 2006. Actualmente, la cocina es comandada por los chefs Pablo Lazarte y Héctor Hernández. Su carta reúne clásicos criollos con toque de autor —como un tacu tacu con lomo saltado, un solterito con quinua crujiente, o un arroz con mariscos— y sabores del mundo. La variedad es bastante tentadora: ossobuco con polenta trufada, capelletti de zapallo loche, gnocchi de espinacas, salmón a la parrilla con arroz oriental o crème brûlée (el postre más pedido de la casa). Aquí, cada uno tiene la posibilidad de diseñar la experiencia a su antojo. //